Treinta mil hombres y más de cien barcos al mando del almirante inglés Vernon amenazan una de las joyas del imperio español.
1741. Cartagena de Indias es la joya de la corona Española y el mayor puerto del que salen las riquezas de América con rumbo a la Península. Inglaterra prepara un ataque con una fuerza nunca vista para conquistar la ciudad y asestar un golpe mortal a su eterno rival en la lucha por el control de los mares...
‘El aventurero Vivar’, de David López. RocaEditorial - En librerías el 12 de abril.
Marzo de 1741, Cartagena de Indias está en peligro. Una magnífica flota de 186 buques, con unos 30.000 hombres y armada con 2.000 cañones, ha fondeado junto a la costa. Son los ingleses, dispuestos, esta vez sí, a tomar la plaza, la ciudad más importante del Caribe, destino y punto de partida de todas las mercancías entre las Indias y España. La escuadra, que salió de Port Royal, está comandada por el almirante inglés Edward Vernon, y los españoles parecen estar perdidos, sólo cuentan con 6 navíos y 3.000 hombres. Además tienen a un traidor minando la fidelidad de las tropas españolas. Un traidor que habrá que descubrir y neutralizar.
David López escoge este hecho histórico, la ‘Guerra de la Oreja de Jenkins’, para desarrollar El Aventurero Vivar, un libro al estilo de las mejores novelas de aventuras marítimas, donde el autor despliega con maestría sus conocimientos históricos y de táctica militar. Una historia donde los protagonistas se verán atrapados por el orgullo desmedido de dos naciones que quieren dominar el nuevo mundo aún a costa de miles de hombres.
La ciudad había sido asaltada en otras ocasiones por los ingleses, lo intentó Francis Drake en 1586, y por holandeses y franceses. Pero esta vez es diferente. Cartagena puede soportar el asedio gracias a sus 11 kilómetros de murallas y los fuertes que hizo construir Felipe II, pero Vernon llega borracho de gloria tras tomar con tan sólo seis buques Portobelo, en el itsmo de Panamá en noviembre de 1739, y está dispuesto a entregar la llave de las Indias a los ingleses por fin. Nadie parece capaz de detenerlo, o casi nadie. Al mando de las fuerzas españolas de Cartagena está el teniente general de la Armada Blas de Lezo “tuerto, manco, cojo y vestido de gala”, apodado El Mediohombre, que deberá enfrentarse no sólo a los ingleses, sino también a sus pusilánimes colegas. Vernon no debe tomar Cartagena y todos los métodos son válidos, también (y sobre todo) el espionaje.
Blas de Lezo cuenta con uno de los mejores agentes españoles, Sergi de Vivar i Ferrer, “miembro de la Real Armada en calidad de segundo piloto, artillero de preferencia y Aventurero sin derecho a paga”, y lo hace llamar a la majestuosa popa del ‘Galicia’, “uno de los cuatro navíos que guardaban el angosto paso de Bocachica, junto al ‘África’, el ‘San Carlos’ y el ‘San Felipe’”, para encomendarle su misión.
Vivar es un inconformista, odia profundamente a los ingleses, no tiene muy buena fama entre los mandos y, a juicio de Lezo, es un hombre “cuya carrera en la Real Armada es un desastre, criminal convicto, homicida confeso y muy dado a la desobediencia”. Además, cuentan las malas lenguas que es el culpable de la guerra entre españoles e ingleses por haberle rebanado la oreja al pirata Jenkins.
“Durante estos últimos años [como espía] procuré desbaratar cuantas actividades se propusiera el inglés en nuestras colonias, que no eran pocas, y siempre con el conocimiento de las autoridades, pero sin nombramientos oficiales. Se suponía que actuaba a mi cuenta y riesgo, sin recibir recompensa por mis éxitos, pero tampoco castigo por mis fracasos”, relata Vivar.
El Aventurero Vivar es una historia de heroísmo, amistad, traición, honor y venganza, también una historia de amor al límite, de espías del siglo XVIII; un relato sobre la maldad humana, la desesperanza. También es un libro de aventuras escrito de una forma ágil, con humor e ironía a veces, y con un extenso y rico vocabulario que nos transporta hasta el fragor de la batalla, hasta el interior de las murallas de Cartagena de Indias, o nos mete sin previo aviso dentro del infierno de los campos de cañas de azúcar del Caribe. Un relato que remite, además de a los libros del magnífico Patrick O’Brian, a los duros personajes, medio héroes medio villanos y con una ética propia, de algunas de las obras de Arturo Pérez Reverte.
David López nació en Langreo, Asturias, en 1978. Es biólogo y analista. Debutó como autor en 2006 y ha obtenido los premios Valdemembra de Novela Corta por la obra Otro afer de niños (Ediciones El Problema de Yorick), y el Jaén de Novela por El crimen de los Monegros (Mondadori).
La travesía, su tercera novela, trataba sobre las peripecias, entre trágicas y cómicas, de los hombres que viajaron junto a Charles Darwin en el bergantín Beagle y fue publicada por RocaEditorial.
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